La palabra polifonía procede del griego πολύς (muchos) y φονος (sonidos). Es un tipo de textura musical en la que suenan simultáneamente dos o más voces melódicas diferentes. La polifonía se utilizaba para embellecer la liturgia y hacerla más solemne y más grandiosa.
Las muestras más antiguas de polifonía se remontan al siglo IX, con la aparición de una forma polifónica primitiva denominada organum. El organum consistía en añadir a una melodía gregoriana (vox principalis) una segunda voz (vox organalis)a distancia de cuarta, quinta u octava paralelas.
Con el tiempo, la polifonía se va haciendo cada vez más compleja y se van añadiendo más voces. Así llegamos a un estilo musical denominado Ars Antiqua*. Durante los siglos XII y XIII surge un grupo de músicos en torno a la catedral de Notre Dame, entre los que destacan los compositores Leonin y Perotin.
En esta etapa las formas más importantes son:
- el motete. En un principio era una forma vocal religiosa en latín para varias voces basada en una melodía gregoriana. Tiene la peculiaridad de que cada voz tiene un texto y un patrón rítmico diferentes. El motete seguirá evolucionando y podemos encontrar motetes profanos en francés.
- el canon. Es una pieza musical basada en la imitación en la que las diferentes voces entran sucesivamente repitiendo la melodía interpretada por la voz anterior.
La música sigue evolucionando y en el siglo XIV la polifonía medieval alcanza su máxima perfección. Algunos compositores destacados de esta época son Philippe de Vitry, Guillaume de Machaut o Francesco Landini.
Philippe de Vitry escribió un tratado musical en el que se establecían las nuevas pautas para escribir música. A partir de este tratado, a esta época se le conoce con el nombre de Ars Nova y la anterior se le denomina Ars Antiqua*.
Entre las compositoras destacan Hildegard von Bingen y Kassia.